La prevención y el control de infecciones asociadas con la atención medica constituye uno de los mayores desafíos en las áreas de atención de pacientes. Ya el 1° reto mundial de la OMS fue : SALVE VIDAS, LAVESE LAS MANOS.
Los índices de aumento de las infecciones representan una preocupación importante. Cada vez disponemos de menos antibióticos eficaces para microorganismos que son cada vez mas resistentes.
Las más comunes son las asociadas a la colocación de sondas vesicales, las asociadas a catéteres venosos centrales, las neumonías intrahospitalarias y las asociadas a la asistencia respiratoria mecánica. Pero en el ámbito hospitalario, la frecuencia de adquirir una infección es mayor que extramuros.
Uno de los mecanismos más baratos, eficientes y fáciles de instituir es el lavado de manos. Las instituciones empiezan a involucrar a pacientes y familias para esta medida sencilla que ha dado claros beneficios en mediciones hospitalarias.
La Higiene hospitalaria y el respeto por los tiempos de cada etapa en los distintos lugares institucionales (sala, quirófanos, pasillos) es una de las medidas también importante para asegurar una menor incidencia de las infecciones.
El respeto a la circulación de pacientes y profesionales de la salud, por áreas semi-restringidas y restringidas, es otra medida que ayuda al control de esta problemática.