Allá por el año 2004, se celebra en Ginebra la “Primera Campaña Global” contra el dolor, donde se declara abiertamente que “el alivio del dolor debería ser un derecho humano”.

Por lo tanto, el tratamiento inadecuado del dolor de nuestros pacientes debe ser considerado hoy en día “una de las grandes injusticias de nuestro mundo actual”.

En los últimos 30 a 40 años se ha empezado a prestar especial interés en los pacientes con dolor. Ya que hay evidencia científica confirma que un buen control del dolor acelera los procesos de recuperación, disminuye la aparición de complicaciones y acorta los tiempos de internación.

En 1994 la IASP (International Association for the Study of Pain – Asociación internacional sobre el estudio del Dolor), define el termino DOLOR como “Una experiencia sensorial y emocional desagradable, asociado o no, a un daño real o potencial de los tejidos, o descripta en termino de dichos daños”.

El dolor es una sensación desagradable, que nuestros pacientes experimentan, en las palabras descriptivas usadas por ellos mismos y en el lugar donde ellos la perciben, tratando de evitar siempre el prejuicio de dichos relatos teniendo en cuenta siempre que el paciente con dolor tiene el derecho de que “su dolor” sea siempre evaluado y tratado. Sin duda alguna, el dolor se presenta como unos de los síntomas más angustiantes y de una alta prevalencia en los pacientes que se encuentra internados, constituyéndose hoy en día como un “indicador relevante en la calidad asistencial”.

Frente a un inadecuado control del dolor, que se ha fortalecido un interés social y sanitario para el desarrollo de programas institucionales dirigidos a mejorar el control del dolor en todos los niveles asistenciales, como un indicador de buena práctica médica y de calidad asistencial.

Es por todo esto que surge la necesidad de crear una “Unidad Interdisciplinaria para el Tratamiento del Dolor” que participe activamente en los distintos ámbitos de la atención sanitaria, con el fin de proporcionar medidas dirigidas a mejorar la calidad de vida en relación con la prevención y el alivio del dolor.
Nuestra Institución, Clínica San Agustín, con la ambición de incorporarse a la exigencia internacional para asegurar la calidad en la asistencia de nuestros pacientes, ha tomado el compromiso de constituir la Unidad de Tratamiento del Dolor, integrada por profesionales de la salud capacitados y comprometidos con la excelencia y la formación continua para proveer una analgesia óptima, efectiva y segura para el tratamiento de nuestros pacientes con dolor, cualquiera sea la etiología de la misma, de carácter agudo y/o crónico, con el firme objetivo de mejorar la calidad de atención médica, disminuir las complicaciones perioperatorias, reducir los tiempos de internación y evitar el desarrollo de síndromes de dolor crónico. Empleamos mediciones regulares y a intervalos frecuentes para evaluar la adecuación continua de esta terapia analgésica, como así también medimos el impacto funcional y los efectos adversos del tratamiento, utilizando herramientas y escalas que son consistentes, validadas y confiables.

En resumen Podemos resumir que los objetivos de la Unidad de Tratamiento del Dolor en nuestra institución son:
1. Mejorar la sensibilidad en todo el personal de salud sobre la importancia de su contribución activa al alivio del dolor de los pacientes. Ser sensibles al dolor de nuestros pacientes nos convierte en mejores cuidadores.
2. Promover la evaluación integral del paciente con dolor, porque de esta manera podemos comprender tanto el origen como las consecuencias de padecerlo.

3. Establecer y/o mejorar la cultura basada en una atención sanitaria libre de dolor.

6. Disponer de espacio de recogida, debate y análisis de problemas relacionados con la atención integral del dolor, como así también, evaluar y priorizar áreas de mejora en la atención del dolor, proponiendo las correspondientes actuaciones correctoras. Deseamos que con el tiempo estos espacios puedan enriquecerse con la experiencia de nuestros pacientes.

De esta manera, la Institución se compromete a continuar creciendo en este universo de calidad de atención, cumpliendo y mejorando objetivos en una rueda interminable de mejora continua, para dar respuesta a nuestros pacientes y sus familiares, aliviando el sufrimiento que implica el padecer una enfermedad.

Nuestros pacientes se lo merecen, porque confían en nosotros. Nosotros nos merecemos una medicina asistencial compasiva y de excelencia, porque elegimos una profesión de servicio altruista y de asistencia humanitaria.