El estrés es un mecanismo de defensa del cuerpo humano a diversas situaciones de peligro físico o emocional. Cuando se presentan estas situaciones nuestro cuerpo libera hormonas, las cuales hacen que estemos más alerta, causan que nuestros músculos se tensionen y aumentar nuestro pulso.
A corto plazo, estas reacciones son buenas porque pueden ayudarle a manejar la situación que causa el estrés, lo cual no es considerado un problema. Pero en el momento que este llega a un estado crónico es cuando puede repercutir negativamente en nuestra salud.
El estrés lo podemos dividir en 2 categorías:

• Estrés agudo: Se manifiesta a corto plazo y desaparece rápidamente, ayuda a controlar las situaciones peligrosas o desconocidas. Todas las personas sienten estrés agudo en algún momento de sus vidas.
• Estrés crónico: Dura por un período de tiempo prolongado, puede incluso llegar a durar por semanas o meses. Suele suceder que nos acostumbremos tanto al estrés crónico que no nos demos cuenta que es un problema. Este tipo de estrés puede causar problemas de salud, incluyendo:

• Presión arterial alta.
• Insuficiencia cardíaca.
• Diabetes.
• Obesidad.
• Depresión o ansiedad.
• Acné o eczema.
• Problemas menstruales en mujeres.
• Diarrea o estreñimiento.
• Dolores de cabeza.
• Falta de energía o concentración.
• Problemas sexuales.
• Problemas para dormir o dormir demasiado.

El estrés puede ser causado por varios motivos, entre otros: problemas laborales, situaciones familiares, desafíos personales o eventos que no podemos controlar. En estos casos es crucial saber lidiar adecuadamente con estas situaciones, si no las afrontamos apropiadamente pueden llegar a causarnos problemas grabes de salud que afectan a todas las facetas de nuestras vidas.

Si el estrés que usted está afrontando lleva a producirle alguno de los siguientes síntomas:
• Sensaciones de pánico, como vértigo, respiración rápida o latidos cardíacos acelerados.
• Incapacidad de trabajar o desempeñarse en la casa o en su trabajo.
• Agonía emocional, enojo, irritabilidad, ansiedad y depresión.
• Problemas musculares que incluyen dolores de cabeza tensos, dolor de espalda, dolor en la mandíbula.

Es menester buscar ayuda profesional de inmediato ya que el grado de estrés que está afrontando puede tener repercusiones muy graves en su salud si no es tratado a la brevedad.
Ante cualquier duda consulte a su médico.