Aunque se sufran, a nadie le gusta hablar de sus problemas intestinales. Sin embargo, quienes tienen seguido fuertes espasmos abdominales y diarreas durante periodos largos, deberían consultar con un médico, ya que detrás de estos síntomas podría haber una enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Las más comunes son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
En el caso de una colitis ulcerosa, el intestino grueso padece una inflamación crónica, lo que produce diarreas fuertes, con sangrado. En el caso de la enfermedad de Crohn, puede estar afectado cualquier tracto del aparato intestinal. La diarrea no es siempre el síntoma principal. A veces los síntomas consisten en una sensación de malestar generalizado, fiebre o dolores.
Si bien las enfermedades inflamatorias intestinales no son curables, se pueden dar pautas a los pacientes para que lleven adelante una vida relativamente normal. Sin embargo, hay casos en los que la terapia no funciona.
Los problemas surgen cuando la enfermedad se diagnostica demasiado tarde o no fue tratada de forma óptima. Por eso, ante los primeros síntomas, es importante hacerse ver por un especialista en el que se confíe.
En la terapia se emplean distintos medicamentos, aunque no siempre pueden eliminar todos los síntomas. La operación es inevitable cuando, debido a las constantes inflamaciones, se formaron cicatrices o fístulas en el intestino.
Por ahora, no se sabe a ciencia cierta qué desata las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas. Al parecer, juegan un papel importante los cambios de hábitos, pero también son relevantes factores genéticos. Se trata de una enfermedad que no se puede prevenir.
Tampoco se sabe si un determinado estilo de vida influye en forma positiva o negativa en su transcurso. Con una excpeción: quienes sufren la enfermedad de Crohn deberían dejar de fumar de inmediato. Además, cuando se sienten bien, los pacientes deberían llevar adelante una rutina saludable que los fortalezca, haciendo deportes y ejercicios de relajación y alimentándose bien.
Algunos especialistas recomiendan platos tradicionales, naturales, que no exijan muchos esfuerzos de preparación. Básicamente, uno debería comer lo que le gusta, pero evitando comidas precocinadas y alimentos muy procesados.
Para sentirse bien, también es importante que los amigos y familiares de los afectados se manejen bien con la enfermedad. El círculo íntimo debe entender que quien tiene la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa no puede participar en todo. Para muchos de estos pacientes, emprender excursiones donde no hay cuartos de aseo cerca puede ser algo parecido a una pesadilla.